Electrostática
Hoy en día vivimos rodeados de aparatos eléctricos, y sorprende pensar que hace mas o menos un siglo la electricidad no empezó a formar parte de la vida cotidiana de la gente. Sin embargo, la humanidad conoce desde siempre la existencia de un fenómeno eléctrico tan conspicuo como el rayo, y la tradición atribuye al filosofo Tales de Milato (600 a.C.) la observación de una barrita de ámbar, tras frotarla con una piel es capaz de atraer pedacitos de materiales ligeros.
También son fenómenos eléctricos cotidianos las chispas que a veces saltan al golpear un clavo con un martillo o al peinarse, o el llamado por las marineros "Fuego de san Telmo" que iluminaba repentinamente las puntas de los mástiles de los veleros. Varios de los fenómenos mencionados se deben a la acumulación de cargas eléctricas libres en un cuerpo; de este tipo de fenómenos se ocupa la electrostática, cuyo estudio debe anteceder al de las ramas del electromagnetismo, puesto que, en ultima instancia, todos los fenómenos eléctricos tienen su origen en la repulsión o atracción entre cargas del mismo o de distinto signo.
Ley de coulomb
En 1785, Coulomb, utilizando la balanza de torción que el mismo había inventado, midió la fuerza de atracción o de repulción entre dos bolitas de médula de saúco revestidas de metal y cargadas eléctricamente.´
Como las bolitas eran de sólo 5 mm de diametro, es decir, lo suficientemente pequeñas para poder asimilarlas a cargas puntuales, Coulomb pudo formular sus resultados diciendo que la fuerza existe entre dos cargas eléctricas q y q´ que se encuentran a una distancia r una de otra es:
Directamente propolcional a las cargas q y q´;
Inversamente propolcional al cuadrado de la distancia r que las separa.
Estas afirmaciones constituyen la ley de Coulomb, que es formalmente idéntica a la ley de gravitación de Newton:
Donde k es una constante de propolcionalidad que depende tanto del medio en que se hallen inmersas las cargas como del sístema de unidades empleado.
La expresió´n anterior nos da la intensidad de la fuerza entre q y q´; La direccion es la recta que une las dos cargas, mientras que el sentido es de una a otra carga si las cargas son de distinto signo se atraen y hacia afuera de las dos cargas si éstas son del mismo signo se repelen.